Se trata de un reproductor doméstico de Blu-ray con bastantes funciones, pero no las suficientes como para estar por encima de su excelente diseño. Baste decir que no podemos considerarlo sólo un equipo de sobremesa, sino también de “sobrepared”, pues como muchos televisores delgados puede colgarse de una pared.
El Samsung BD-P4600 fue presentado en Estados Unidos con un precio de 499 dólares. Montado en la pared debajo del televisor, este bonito reproductor se convierte en una elegante pieza de acabado en negro semitranslúcido que se torna rojizo en los bordes, con controles de reproducción táctiles en el frontal y una ranura sin bandeja extraíble situada a la izquierda. Si lo colocamos sobre un mueble, cuenta con un pie de inclinación regulable para hacer más cómoda la introducción manual de los discos.
Además de su elegante diseño, admite todas las funciones interactivas y de conexión con Internet del Blu-ray, e incluye salidas HDMI v1.3, de video compuesto y analógicas, ópticas y coaxiales de audio (compatibles con los principales sistemas de codificación de Dolby y DTS). También encontramos otras conexiones más propias de un ordenador, como el puerto Ethernet y un par de puertos USB.
Puede reproducir archivos en JPEG, MP3, WMA, MPEG-2 y DivX (su lector de discos también admite DVDs con estos formatos). Lógicamente, el puerto Ethernet sirve para conectarlo a nuestra red de Internet doméstica, pero también puede hacerse sin cables al colocarle un adaptador Wi-Fi opcional
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